Los modelos que miden el Índice de Masa Corporal (IMC) y la esperanza de vida sólo utilizaban información de un solo momento. Este nuevo estudio, en el que fue agregado el dato del peso máximo al IMC, reveló que el riesgo de mortalidad está fuertemente asociado con la historia del peso corporal.
Ciudad de México, 13 de enero (SinEmbargo).- Un estudio de la Universidad de Boston y Filadelfia sugiere que la tasa de mortalidad de las personas obesas que pasaron a ser delgadas es mayor que la de aquellas que mantuvieron su masa corporal estable, aunque fuera alto.
Estos resultados fueron arrojados luego de que los especialistas compararan distintos modelos que miden el Índice de Masa Corporal (IMC) y la esperanza de vida. El modelo que menos acertó sólo utilizaba información del peso en un único momento. Este es el que se ha utilizado en la mayoría de los estudios que buscan una correlación entre obesidad y muerte.
Es por ello que no suele distinguirse entre los individuos delgados que nunca subieron de peso y los que fueron obesos y bajaron de peso.
Por lo que Andrew Stokes y Samuel Preston, los dos autores principales del estudio, concluyeron que el riesgo de mortalidad está fuertemente asociado con la historia del peso corporal. Para ello, añadieron el dato del peso máximo a la única medida del IMC utilizada hasta ese momento. Con ambas cifras, pudieron determinar si una persona siempre ha estado en ese peso, si ha adelgazado o si engordado.
En la investigación, los autores se percataron que las personas que dijeron haber adelgazado tenían una tasa de mortalidad más alta, debido probablemente a que: “El sobrepeso puede causar enfermedades graves que conlleven disminución de peso y, finalmente, la muerte. Pueden sufrir dolencias del corazón y pulmonares o cáncer”.
Hasta el momento, los autores no han distinguido entre la pérdida de peso voluntaria o la que es consecuencia de alguna dolencia, por lo que apuntan a la segunda como principal condición. “Nuestros análisis en diabetes y enfermedades cardiovasculares señalan que las personas que adelgazan sufren más ambas dolencias que aquellos que se mantienen en la categoría de obesos”.